Hoy, en el Día Internacional de la Mujer se conmemora la lucha por ganar espacios de participación en la sociedad.

El progreso y el bienestar se consigue con la participación y el liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos de la vida.

La tarde de hoy, en distintos puntos de la capital del Estado se manifestaron grupos de mujeres que cometieron delitos que un gobierno no puede tolerar.

En la capital del Estado se vivió una jornada marcada por agresiones.

Lo que debió ser un día de respeto y reconciliación; a la marcha de estas mujeres la distinguió la destrucción de mobiliario público, propiedad privada, pintas a edificios históricos y agresiones contra la integridad de otras personas.

Esas imágenes que todos vimos, reflejan un espíritu de intolerancia y total violación al Estado de derecho.

Estos delitos se persiguen de oficio, y las investigaciones han iniciado.

Como lo dijo por la mañana el Gobernador del Estado, Miguel Barbosa Huerta, en Puebla siempre se respetará la libre manifestación de ideas y de tránsito; pero no, cuando se transgreden las leyes que como sociedad nos dan cohesión y sentido de identidad.

Los hechos de violencia sucedidos esta tarde no representan al casi 53 por ciento de la población que somos mujeres en el Estado.

Sabemos que hay rezagos, dolor y desigualdades, pero la violencia nunca será el camino para resolver los problemas, y menos, cuando por parte del Gobierno del Estado, existe apertura al diálogo para atender las problemáticas que el feminismo reclama.

A esas mujeres encapuchadas que incitaron a la violencia les digo; así, no se reivindica el lugar de la mujer.

Así, no se demuestra la capacidad de las mujeres para entender los problemas que enfrentamos todos como sociedad.

Quiero dejar en claro, que el Gobierno del Estado ejercerá su derecho a que se finquen responsabilidades contra los presuntos autores materiales y, por supuesto intelectuales, de estos hechos.

Estas manifestaciones no definen lo que es Puebla ni a su gente.

Reiteramos a las y los poblanos, que somos y seremos respetuosos de las garantías individuales, pero también lo seremos del Estado de Derecho.

Ya sea al mando de un país, de una organización, o de un movimiento popular, las mujeres deben hacer contribuciones que van en beneficio de todos e impulsen la participación, el empoderamiento y la igualdad de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

Como mujer, y como funcionaria pública, me siento decepcionada, molesta e indignada, de que sea a través de estos actos que se quiera dar solución a las justas demandas del movimiento feminista.

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